Ejercicio terapéutico y control motor

Todo el mundo sabe que el ejercicio es bueno,  y que (como me dijo una de mis profesoras en primero de carrera)”lo que no se mueve, se muere” pero también nos habréis oído decir que sí, hay que hacer ejercicio,  pero hay que saber hacerlo…o correremos mayor riesgo de lesiones.

Existe mucha evidencia científica que confirma que el ejercicio es la mejor herramienta para perpetuar los cambios que los fisioterapeutas con la terapia manual somos capaces de hacer en el cuerpo del paciente, pero…no “todo vale”.

Durante el tratamiento de cualquier lesión, es competencia nuestra saber pautar y prescribir ejercicio individualizado para cada paciente en función de un diagnóstico que nosotros hacemos. Una vez recuperado, cuando ya no hay dolor (o lesión) se sale de nuestro campo y es hora de los C.A.F.Y.D ( graduados en actividad física y deporte, con estudios universitarios) poner fuerte a ese cuerpo serrano…

Teniendo esto en cuenta vamos al lío que me enrollo: ¿Qué es eso de control motor y ejercicio terapéutico? Bueno pues la segunda definición está clara ¿no? “Ejercicio que cura” pero ¿y la primera? Recuerdo que hace unos años hubo un anuncio que decía “La potencia sin control no sirve de nada” (creo que era de Pirelli o algo así…¿os suena?) Bien,  pues eso es el control motor básicamente.

Cuando tenemos dolor, el cerebro (que es muy listo) intenta por todos los medios que lo dañado deje de doler, y aprende a moverse con patrones motores nuevos para que aquello que ocasiona el dolor, no trabaje. “¡Pues qué bien! Si deja de doler…arreglado.” Pensaréis…y no, de bien nada. Nuestro maravilloso cuerpo está diseñado para trabajar de una manera determinada y si le sacamos de ahí…pues si trabaja si, pero peor, y aunque te deje de doler lo que te dolía, si mantienes esos patrones alterados durante mucho tiempo, quizá te empiecen a incordiar otras cosas que aparentemente estaban bien y entramos en eso de “la pescadilla que se muerde la cola”.

Digamos que el control motor es enseñar al cerebro a moverse bien para que todo este en sincronía.  Y entonces ¿se puede uno mover aunque haya lesión o dolor? ¡Pues si! Pero hay que moverse con control y de eso nos encargamos nosotras, entre estas 4 paredes con materiales como los que veis en las fotos (desliza para ver)
Con el control motor  diagnosticamos los fallos en esos patrones de movimiento que estén alterados, los corregimos y evitamos en gran parte esas odiosas recaídas, pero claro,  nosotras os enseñamos y vosotros sois los responsables de hacerlo, de hablar con vuestro cerebro y ponerle en marcha,  si  no le ponéis en orden, no aprenderá y por ende seguiréis moviéndoos mal.
Os pongo casos prácticos en los que esto del “control motor” os puede ayudar:
-“Salgo a correr y me duele la rodilla”
-“Cojo a mi hijo y se me parte la espalda”
-“Me hice un esguince y dicen que cojeo aunque yo no lo noto”
-“Me duele el hombro al coger los platos de encima del fregadero”
-“Cuando estoy en el gimnasio me acaba doliendo el cuello”