Punción seca

La punción seca es una técnica de Fisioterapia que consiste en el empleo de una aguja de acupuntura sobre los puntos gatillo con el objetivo de tratar el síndrome del dolor miofascial.

Se define como una técnica invasiva porque las agujas penetran la piel en
busca del punto gatillo causante del dolor miofascial para presionarlo, desactivarlo y acabar con el dolor. La aguja se puede considerar una extensión de los dedos del fisioterapeuta, una técnica palpatoria más, gracias al efecto “varilla”: la aguja permite apreciar los cambios en la firmeza de los tejidos atravesados.
Dentro de esta técnica podemos encontrar dos tipos:

– Punción superficial: Se introduce la aguja a una profundidad máxima de 1cm en el tejido celular subcutáneo, sin llegar a penetrar en el músculo.

-Punción profunda: Las agujas se introducen hasta alcanzar el punto gatillo, por lo que el tamaño de la aguja va en función a la profundidad del músculo donde este se encuentre, y posteriormente se estimula (introduciendo y sacándola o haciéndola girar).

Gracias a la punción seca el músculo se regenera de forma más rápida y aliviamos de forma inmediata entre un 20-25% el dolor. Pasadas 24-48 de el músculo se relaja y desaparece el dolor local y el dolor irradiado. Lo que logramos al introducir la aguja en el punto gatillo es generar una presión y contracción del mismo que deja de emitir acetilcolina (un neurotransmisor encargado de la contracción muscular) disminuyendo el dolor. El objetivo es, como hemos indicado anteriormente, producir una relajación del músculo.

Hay que acompañar la punción con otras técnicas o tratamientos de terapia manual y su eficacia viene determinado por varios factores, pero las probabilidades de éxito son muy elevadas si se realiza por profesionales cualificados para ello.