Las ondas de choque (o de presión) radiales son pulsos generados por aire comprimido que impulsa un balín dentro de un cilindro hasta el cabezal situado al final del mismo.
La intensidad y la frecuencia de impactos se determina en función de la patología, del estado de la misma y de la tolerancia del paciente al tratamiento.
Sus aplicaciones son muy variadas siendo las más comunes estas:
🔵 Tendinopatias
🔵 Calificaciones
🔵 Fascitis plantar
🔵 Espolón calcáneo
🔵 Fibrosis
🔵 Cicatrices
🔵 Contracturas y puntos gatillos rebeldes
Y ¿qué hacen? Pues disminuyen el dolor y aumentan el flujo sanguíneo de la zona mejorando el trofismo de los tejidos lesionados haciendo que se recuperen antes…
Es una técnica no invasiva, perfectamente tolerable por el paciente y ¡va muy bien!